Todos pudieron ver los pequeños cambios en el lugar donde realizamos equinoterapia: el corral, sillas, mesas, todo lo que teniamos pero este año pintado por cada uno de los integrantes de la asociación. Tambien se pudo conseguir un baño quimico, tan necesario para poder dar las clases con mayor comodidad y una pequeña cocina a gas.



El sábado 12 de febrero comenzamos las clases con nuestros jinetes. Todos asistieron con ganas de saludar y montar a sus amigos, y nosotras estábamos allí para darles la bievenida y comenzar a trabajar con el profesionalismo, seriedad e ideoneidad de siempre y por supuesto, con el amor, la alegria, el respeto y el placer que hacen de la catalina un lugar especial.